viernes, 19 de octubre de 2007

BARRIO TRISTE




"Despues de ir mas alla de la locura, encontramos la cordura, al entender que todo tiene un sentido, todo hace parte de un circulo y tiene una finalidad, no es dejarlo aislado es aceptarlo como parte de nuestra ciudad, como parte de economia y facilidad para la vida".



La noche en Barrio Triste tiene una variedad de matices. La vida agitada de las jornadas de talleres y mecánica le da paso, por unos segundos, a la calma de la noche. Es ahí cuando de la penumbra se asoma por las calles y los callejones una dinámica distinta, unos rostros diferentes La estridencia de la música que sale de los bares y cantinas relaja los rostros engrasados de obreros y trabajadores para dejarle un poco de tiempo a la diversión.El olor de las frituras que se cocinan a fuego lento en parrillas y planchas callejeras impregna las calles y de cualquier esquina sale un personaje urbano con ganas de que la noche se haga menos larga que la anterior.Ahí en pleno centro de la ciudad, Barrio Triste se convierte en el lugar de los olvidados. La zona de inclusión de los marginados. Ahí es donde la ciudad, repleta de edificios, luces y apariencia, le da cabida a los que nadie quiere ver, pero que igual son parte de la urbe.


Un hormiguero de personas que portan vestimentas engrasadas se toman las calles del barrio. Aquí huele a trabajo duro, hecho a golpes de fuerza y ejercido con pasión. Desde la madrugada, estos hombres trabajan con empecinamiento; entonces se deja sentir el rugir de motores en reparación, en las 33 manzanas del vecindario que se extiende desde la Avenida del Ferrocarril hasta la Avenida Regional y desde la Calle San Juan hasta Colombia. Es el territorio de los mecánicos, de los confeccionistas y de los madereros. Sin hacer alardes y parecer pretenciosos, se puede decir que El Corazón de Jesús o Barrio Triste, es el núcleo más grande en venta de repuestos y de atención automotriz en la ciudad. Es el lugar ideal para el surgimiento de historias de la calle, es un paraje del Centro donde siempre existirá la oportunidad para formular nuevos proyectos comunitarios. Barrio Triste es antónimo de melancolía y dinámica es el mejor vocablo que lo define, pues en estos días se espera la aprobación final del Plan Parcial que cambiará para siempre su historia.

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